Elegir el tipo de azucarillo que dejaremos caer en nuestras tazas es una elección personal, una opción respetable y perfectamente valiosa. Lo importante para disfrutar de una buena taza de café será conocer la existencia de este estimulante, o relajante, según nuestro propio estado de ánimo, y disponer de los medios para poder disfrutarlo.
Tú como yo tendremos la opción de elegir azucarillo analógico o azucarillo digital, o incluso, por qué no, aunar sus sabores y disfrutar de lo mejor de cada uno sin renunciar a ninguno de ellos.
La vida como la historia nos enseña a caminar, a avanzar, ya que el tiempo que la envuelve no tiene pausa, no detiene su paso, y nos muestra que el presente, dentro de muy poco, se tornará en nueva historia.
Han existido, existen y existirán herramientas que nos permiten conocer la última realidad, galopar en la drupa de la evolución y sentir la caricia de un aire renovado que refresque nuestro presente, un presente cambiante y dinámico que nos abrirá nuevos horizontes.
Termino revolviendo mi kfé humeante con la cuchara de mi razón y mi corazón, esperando que su cremoso sabor me propicie unos instantes serenos, un paréntesis entre prisas, y que los azucarillos elegidos, ya diluidos, endulcen mi propia realidad.